Así te espían los coches conectados: "Hay regulación, pero la realidad es otra"

Imagina esto: estás conduciendo tu coche nuevo, con una pantalla que parece una tablet, música que se ajusta a tu estado de ánimo y un asistente que te avisa si hay tráfico o si olvidaste cerrar la puerta de casa. Los coches conectados son una maravilla de la tecnología, pero, como todo lo que brilla, tienen su lado oscuro. ¿Y si tu coche, ese amigo fiel que te lleva a todas partes, también está recopilando datos sobre ti?